jueves, 15 de enero de 2015

DIOS ROMPE CON LA UNIDAD DE ALGUNOS

Si algo hemos conocido acerca de Dios es que él propicia, practica y disfruta la unidad. Nuestro universo es el resultado de la fabulosa unidad de un Dios trino; la frase "hagamos" es una de mis favoritas en la biblia.
Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. [Gn. 1:26 NTV]
Es además una convicción de muchos que si Dios opera en unidad, su creación debería practicarla de forma imperativa.
El propósito de Dios para la humanidad está basado en la unidad porque unidos somos fuertes. Imagine a los seres humanos unidos en un solo propósito para adorarlo, obedecerlo y para honrarlo, es simplemente impresionante lo que resultaría de esto. Sin embargo el hombre con su naturaleza caída y en su afán por complicar las cosas se dedica a fomentar la unidad para fortalecer sus lazos de maldad con otros, lazos que le permitan sentirse apoyado y aprobado en cuando a sus malas obras, en esos casos, Dios siempre buscará dispersarlo de sus pares.

Muchas veces luchamos contra Dios porque somos muy afectuosos a los "eslabones débiles". Llamo eslabones débiles a aquellos pares con personas que representan una debilidad para nuestras vidas. Gente que son leales a medias, íntegros a medias, confiables a medias, son los eslabones débiles que terminan rompiendo los lazos de muchos, puesto que una relación rota siempre afecta a terceros.
Si somos incapaces de romper dichos vínculos con dichos eslabones, por lo menos dejemos que sea Dios quien los rompa para nuestro beneficio. Él sabe muy bien dispersar la unidad de algunos para bien de muchos. Con el tiempo la mayoría sabe agradecer las sabias rupturas de Dios, imaginando con temor lo que pudo ser de sus vidas si él hubiera permitido que en nuestra necedad siguiéramos construyendo torres elevadas de amistad sin sentido y sin propósito.

Por eso la ciudad se llamó Babel, porque fue allí donde el Señor confundió a la gente con distintos idiomas. Así los dispersó por todo el mundo. [Gn.11:9 NTV]